Él va pensando por las calles y haciendo recuerdos de sus días de triunfos en otros lares, mientras que las "tripas" le crujen de no haber comido algo durante todo el día. Ahí recién recuerda que ayer no ha almorzado y ... hoy, tampoco.
Perdón, si, ayer probó comida, porque una mujer, al leer todo el relato que estaba escribiendo, y compadeciéndose, le dio un plato de comida que estaba
entre caliente y helado.
No sabe qué va a ser de su vida!.
Ahora si se da por
enterado que, lo visto y mirado en las calles de Lima, los meses de noviembre y
diciembre, ese tiempo, fue tan solo un espejismo y realmente el Perú es un país donde no hay
trabajo y los que tienen son los suertudos, que miran con cierto desdén a otros, que simplemente no lo tiene.
Entiende que habían voces que le decían el porqué había retornado a Perú y con una candidez
propia e inocente respondía: - "es mejor estar en su país, que en uno extraño, porque acá si necesitas un documento rápidamente lo consigues". Crasso error,
pero ya esta acá y siente que se está denigrando paulatinamente.
Llegaba siempre con la
cara en alto, mostrando orgullo y ahora siente que camina agachado, porque no desea que la gente
lo vea triste y abatido. Además ya no se afeita diariamente, lo hace cada dos
días y su ropa no la lava continuamente, sino que la usa una semana.
Sus pobres zapatos
están pidiendo “chepa” y una vez que se rompa tendra que utilizar sus
zapatillas blancas que tienen mas de cuatro años. Tiene unos "zapatos", entre comillas, nuevos y no los usa tanto porque tienes una falla de confección y
le lacen cansan demasiado.
Ha recurrido al Pastor
de su Iglesia y hasta ahora no le dice nada. Ya van mas de tres semanas. Claro, piensa, igual que la gran mayoría: - Es que
él es, un hermano que ha llegado de fuera del país y tiene plata.
También se reunió con el suegro de su sobrino, quien tiene una Currier para que le de un trabajo o simplemente una actividad sencilla, gane para un plato de comida diaria y su pasaje. Pero NADA.
Ha enviado cartas a una
vecina que es su colega y no ha obtenido respuesta. A otro amigo, vecino de la urbanización en donde vive y que
está trabajando en la Coca Cola, pero tampoco le ha dicho algo.
A otra persona, de su juventud quien se ubicó en un alto puesto en un organismo del Estado y actualmente, tiene relaciones con gente del partido del gobierno y ella, es
puro silencio, es inubicable.
Al quien también pidió ayuda es quien está vociferando
que ahora es director de un gran colegio. Le he dicho que necesita trabajar de
profesor y que ahora van a implementar el curso de comunicaciones y el amigo se
“lleno la boca” y ahí quedó. En nada.
Se ha presentado a
muchos lugares donde solicitan profesores, encargados, ayudantes, griferos,
cargadores, conserjes, limpiadores, mensajeros y hasta vajilleros en
restaurantes. Pero todo es inútil.
Ahora ya se esta acostumbrando
a presentar su mano derecha a algún conocido diciéndole: "tienes una moneda para mi pasaje".
Seguro que cuando termine con los conocidos continuará haciendo lo mismo, con
los extraños y ahí si entenderá que se ha convertido en un MENDIGO.
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