Me encontraba en el asiento posterior de una Custer, de aquellas que llaman el Chosicano, pidiéndole a los miles de santos que me lleven a buen recaudo por la cantidad de accidentes que ha ocasionado estas unidades vehiculares, cuando de pronto escucho a una mujer que habla con su ocasional acompañante sobre la actitud de los choferes con el público.
Y eso no es nada nuevo porque siempre hemos sido testigos que los microbuseros son unos abusadores, piensan que por tener un timón en las manos los hace dueño y señores de las pistas y por ese motivo es que ocasionan muchos accidentes cuyo resultado, son la muerte y lo peor es que el seguro, SOAT no cubre todo el gasto que requiere los pasajeros.
Esto, se podría solucionar, en parte, castigando a los malos conductores en lo que mas duela, el bolsillo, aumentado las multas en las papeletas e infracciones, pero como es sabido, siempre existen por ahí, alguien que utiliza una "varita mágica" para anular las papeletas.
Caso contrario "aceitan" algunos para que proclamen las consabidas exhoneraciones de multas o rebajas, para no pagar lo que es justo. Hay de todo en esta Lima que no dejan que se modernice por las continuas resistencias de algunos que "jalan para su molino".
Si miramos un poco mas con ojo crítico, veremos que el gran culpable es el gobierno, ya que no hace su trabajo o pone en los altos cargos a personas que no tienen conocimiento de su responsabilidad encomendada y solo se limitan a salir en los medios de comunicación con una amplia sonrisa y haciendo loas al Presidente. (?)
Y si continuamos buscando responsables, vemos que la Policía Nacional, no tiene la mano dura como en otros tiempos, cuando a los infractores de cada accidente automovilístico, les decomisaban su licencia y éste no podía conducir un vehículo hasta que pague su infracción, pero como estamos en el país de las maravillas, vemos que hay muchos que tienen cinco, diez o veinte infracciones y que aún ruedan por las calles de Lima.
Me han contado, también que ellos son los famosos "caseritos", por que me lo dirían?
Dios nos coja confesados.
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