viernes, 28 de febrero de 2014

Cumplí 4 años

Este es un escrito que hice hace un buen tiempo y lo acabo de encontrar. Por ser parte de mi vida la inserto en este blogg.

Hoy cumplo cuatro años en este país que me acogió a regañadientes. No quiero cambiar mi forma de ser, quiero ser el mismo hombre que soy. Sin embargo la vida diaria hace que uno comience a modificar mi comportamiento y también, la forma de hablar.
Un día en Perú tomé la decisión de viajar fuera del país y luego de indagar costo de pasajes y vuelos, quise conocer las playas caribeñas de arenas blancas y aguas transparentes que siempre hablaban los spots publicitarios y también, las personas que viajan, siempre se referían a esta parte del mundo como la mas exótica que hay en la tierra.
Preparé mi viaje para un 01 de noviembre del 2004, sin pensar mas, que conocer algo nuevo y diferente al Agua Dulce o Ancón que fueron mis playas preferidas.
Unos amigos, Miky y el Coyote, hicieron la víspera, el 31 de octubre (día de las Brujas) una especie de despedida y a tan solo horas de partir. Ellos me invitaron a tomar una cerveza Pilsen como señal de amistad y despedida. A la hora nona, el Gato fue quien se unió al trío de personas que me tributaron un “chau”.
Con un mareo y un fuerte dolor de cabeza que me estallaba, a eso de la una de la madrugada me despido de ellos y me voy a casa, donde mi molesta hermana me esperaba con sus hijos, y mi hermanita Charito. Eran, ellos, los únicos familiares que vería por última vez. Toño el hijo de mi hermano mayor me llevaría al aeropuerto dos horas después.
Apuro en bañarme y dejando mi cabeza debajo de la regadera para que el liquido elemento y lo helado me despeje el resultado de la cerveza y el ron que me invitaron. No puedo más y alisto mi exiguo equipaje, y me pongo un pantalón que compre en La Parada, unos zapatos que me quedan como un guante que hasta ahora no puedo usarlo más de dos horas y una camisa crema son mi vestimenta de viaje.
Tic, tac, tic, tac el reloj de la sala marca las 3 de la mañana y me han dicho que esté a esa hora en el aeropuerto, para iniciar los trámites de embarque y no hay visos de que yo esté listo, porque no encuentro mis ropas interiores, me falta dos cajas y recién me entero que Toño los agarró sin consultarme. No me molesto porque fue mi sobrino preferido quien los tomó.
Me arreglo el pelo sintiendo un alivio porque el dolor de cabeza está declinando y mis sentidos comienzan a ser más nítido. Bajo de la casa y volteando la cabeza y distingo que ésta empieza a desaparecer porque nos alejamos por la avenida desierta.
Añoro los días que corría como chiquillo entre los edificios de ese complejo habitacional, buscando a un amigo que se ha escondido, Rebusco entre mi mente esos momentos que sin importarnos nada, salíamos a la calle para encontrarnos con los palomillas de otro barrio e irnos a mataperrear como decía mi madre o a una fiesta.
Cómo olvidar los días de juventud donde empezaba uno a conocer el mundo y que antes pensaba que todo era la Telepostal, el colegio y la casa de mi abuela. Ese tiempo tuve mayor libertad, comencé a mirar las calles como algo mágico que tenía que descubrir si continuaba caminando.
Como una película que empieza a mostrarse en la pantalla de la vida, así es este momento que hundo teclas para recordar mis tiempos idos.
Llego al aeropuerto y me apeo del auto blanco que me trajo y entrando a la sala de embarque, le digo a mi sobrino: “Toño, toma mi pasaporte y paga el impuesto de salida, mientras hago cola”. Él presuroso con su amigo del alma me obedece y al cabo de media hora vuelve con el documento sellado.
A esa hora, las 5.30 de la mañana, me despido de mi sobrino y de su amigo con un fuerte apretón de manos y un abrazo. Me ven que me voy y me adentro por una puerta de cristal. Volteo por última vez para despedirme con la mano y no lo veo, lo busco y rebusco por entre la gente que están ahí, a esa hora, despidiendo con lágrimas a sus seres queridos, pero no los veo.
Con la mirada en el suelo levanto mi equipaje de mano y mi carrito y voy a la sala que me indican. Son las 5.40 y dan orden para subir a un vehículo que nos llevaría al avión. Subo por la escalinata y le digo a la aeromoza que tengo asiento junto a la ventanilla, quería ver a mi Perú durante el viaje. Son las 06.05 de la mañana del 01 de Noviembre del 2004.
Me acomodo y junto a mi un señor con acento extranjero (yo también lo sería en breves momentos) nos saludamos y él se queda dormido. Yo mirando el mar distingo la costa de mi país. Veo Piura, que una temporada me recibió y me brindó una oportunidad que la perdí por culpa del Fenómeno del Niño. Veo Tumbes con su forma peculiar de colita y después, solo mar y mar.
Cuando pasa un par de horas nos avisan por el altoparlante que dentro de veinte minutos aterrizaremos en el aeropuerto Tocumén de Panamá y que ahí bajaremos ha hacer “escala técnica” o sea cambio de avión. Miro por la ventanilla para distinguir el famoso canal de Panamá, obra de gran envergadura que une el Pacifico y el Atlántico. Las nubes me impiden verlo pero seguro que ahí estaba.
Bajamos y nos llevan a “tierra de nadie”, una gran sala donde hay muchas personas que están en calidad similar a la mía, de transeúntes. Miro mi reloj y son las 8.15 de la mañana. No me doy por entendido que en esa parte del mundo los husos horarios no son los mismos y hay una diferencia de una hora.
Luego de estar aburridos dos horas y 10 minutos, nos informan que los pasajeros de Copa Internacional, con destino a República Dominicana deben pasar por el pasadizo número 4, porque el avión partirá dentro de 15 minutos. Me apuro para ser uno de los primeros en subir, pero ya otros me habían ganado la delantera.
Subo con mi maletín-carrito y mi bolsa con algunos libros. Me ubico en el mismo lugar del primer avión y de nuevo en el aire, veo la ciudad perderse entre la niebla que amenazaba suspender el vuelo. No pasó nada y solo vi mar azul y barcos que iban de un lado para otro. Este mar es muy transitado.
Luego de un buen rato, nos comunican que llegaremos al aeropuerto Las Américas y todos se alistan para aterrizar, los auxiliares y personal de avión pasan por entre nosotros para asegurarse que tengamos el cinturón de seguridad puesto, seguro que no quieren perder ningún cadáver, jajajajajajaj
Una fina garúa choca el cristal de la ventanilla donde me encuentro. Las alas se baten de arriba para abajo y un fuerte viento hace que el avión entre en zona de vacío y siento que el estómago se sale de su lugar. Estoy nervioso porque se me viene a la mente la historia de Juliana Koeppe en la selva peruana.
La garúa se transforma en lluvia y esta no deja ver el cielo y la tierra. Cuando nos avisan que bajaremos, distingo el aeropuerto que se abre entre la niebla y tocamos tierra. El vuelo había terminado. Eran las 1.37 de la tarde en mi reloj. En República Dominicana las 2.37.


jueves, 27 de febrero de 2014

Aprenda a decir no, los hijos deben saber los límites

En este artículo veremos la importancia de saber decir no a los hijos para que aprendan a conocer sus límites a tiempo y ganen en autoconfianza.


La importancia de los límites para la educación de tus hijos
Nuestra labor como padres es la de delimitar reglas claras de conducta, límites, que ayudarán a los niños a guiarse por la vida seguros y confiados. Hay una imagen clara que ejemplifica cómo se siente un niño que crece sin límites claros: imagínate nadando en el medio de un océano, en un lugar desde donde no atisbas tierra por ningún lado. No sabes hacía dónde dirigirte. Miras hacia un lado, miras hacia otro y todo te parece igual.
No sabes qué hacer… Esa misma ansiedad y sensación es la que experimentan los niños que no tienen reglas claras en su vida. Imagínate por el contrario que estás en la misma situación, pero con la diferencia de que hay unos carteles indicadores que te ayudan a seguir y llegar a tierra segura.
El triángulo de responsabilidades
Imagina un gran triángulo, en el que en la base hay poca libertad, pocas elecciones posibles y poca responsabilidad y según vamos subiendo hay cada vez más libertad, más elecciones y más responsabilidad. Esto es equivalente a cómo ha de ser la educación de nuestros hijos.
Siempre que respetemos este ritmo de crecimiento los niños se van a sentir respetados, seguros y dignos de confianza. En muchas ocasiones, sin embargo,  este triángulo se invierte dándole a los niños demasiada libertad, responsabilidad y opciones demasiado pronto en la vida.
¿Resultado?: dado que han tenido padres sin saber decir no, que les han dado demasiada libertad y falta de límites desde una edad temprana, no aceptarán fácilmente cuando tengan que cumplir estos u otros límites más adelante en su vida convirtiéndose en personas con poca tolerancia a la frustración, rebeldes, y enfrentados a los adultos que les rodean.
La importancia de la constancia
Ya hemos hablado de la importancia de crear reglas claras que ayuden a los niños a crecer seguros. Pero ¿por qué hay tantos niños hoy en día que desobedecen y se saltan las normas con frecuencia?¿Cuántas veces nos hemos saltado una regla impuesta por nosotros mismos cediendo ante la insistencia de nuestros hijos por no saber decir no?
Un bebé, de un año, quiere coger algo que tú no le permites coger, por ejemplo un frágil adorno del salón.  Él insiste en tratar de cogerlo. Unas veces, porque estás haciendo otra cosa o porque estás cansada lo dejas pasar. El niño entiende que si insiste un poco podrá obtener lo prohibido, con lo cual no está tan prohibido… O bien llora por la noche para que vayas a verle (sin que haya una razón real que lo justifique) y tú, unas veces no vas, pero otras sí.
El mensaje que le das al niño es: “Si quieres algo has de insistir mucho para conseguirlo” y también “los límites no están claros, aquí también mandas tú.”
En este caso los límites no quedan claros y crean confusión y estrés en el niño. Cada vez que se enfrente a un nuevo límite lo que hará (ante tu incapacidad de saber decir no) será precisamente eso: llevarte hasta el límite..!!
Su insistencia no puede ser superior a tu firmeza
Pongamos otro ejemplo: estamos en el supermercado y de repente tu hijo de 10 años te pide que le compres un cochecito de juguete que está de moda en ese momento. Tú le dices que no y sigues caminando (con anterioridad les has enseñado a que no pidan cada vez que ven algo)
Al poco rato tu hijo se enfada: “Jo, pues fulanito y menganito lo tienen” Estoicamente tú sigues caminando y finges no escucharle y así al poco insiste, se enfada, te dice que eres mala (o) con él y bla, bla, bla y finalmente cedes y se lo compras con la única esperanza de que se calle y deje de montarte el numerito delante de la gente.
¿Qué crees que harán esos niños la próxima vez que quieran conseguir algo que saben que no está permitido? O bien lo harán sin más (desobedeciendo), o bien insistirán cada vez más y más para ver hasta dónde llega tu límite. Saber decir NO es importantísimo.
Hazles un favor a tus hijos
Déjales claros qué es lo que está permitido a cada edad y qué es lo que definitivamente no lo está. Responsabilízales en función de su edad y vete dándoles más libertad a medida que su ritmo evolutivo lo demande.
Realmente saber decir no y ponerles límites es el mejor regalo que podemos hacerles.
Recordándoles las palabras sabias del libro sagrado, “educa al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de el”.
Otros consejos
El decir NO, es vital en nuestras vidas, ya que esto nos puede ocasionar traumas y hasta conflictos de sentimientos. Aunque nos parezca difícil de acceder a un No como negatividad, lo debemos ver como un -es lo mejor- ya que las circunstancias nos pueden llevar a situaciones bastantes comprometedoras que incluso pueden llevarnos a hacer algo que realmente no queremos o simplemente no podemos.
Tratemos de seguir los siguientes consejos que son muy obvios y quizá nos evitarían un mal rato.
·                    Siempre se le debe de enseñar al ser humano a tratar las personas como cada uno se lo merece, ya que de no ser así entrarían factores de abuso a la buena voluntad, o daño a la sensibilidad.
·                    No se debe tratar de ser el más suave y dócil de manejar, en este caso no debemos por ningún motivo quedarnos callados, siempre debemos de expresar lo que sentimos.
·                    Hay que ser firme en nuestras respuestas, si establecemos límites desde el principio y expresamos lo que no nos gusta, lo más probable es que no se tenga que hacer una segunda vez.
·                    No se debe de inventar excusas, ya que no estaríamos expresando lo que sentimos, y lo que logramos es que en una segunda vez debemos de acceder y volver a pasar el problema.
·                    No siga de aquellos que exigen lo que ellos quieren, lleve usted las riendas siempre de su vida, nadie más tiene por qué controlarla.
·                    Debes de definir tu lugar en el mundo ante cualquier circunstancia, o sea no haga las cosas por compromiso ya que tú eres quien administra el tiempo y tus cosas.
·                    Debes de establecer límites, ya que esto evitará en determinado momento a explotar de ira.
·                    Nunca intente razonar, ya que el razonar no funciona siempre, ya que por cada argumento que uno expone habrá un argumento opuesto.

Aprender a decir No, es algo que nos aliviará muchas situaciones difíciles que se nos han de presentar en la vida, y esta pequeña palabra NO, conlleva consigo positividad si tú ya sabes emplear, ya que te evitará muchas veces situaciones de vida o muerte que solo tú con tu objetividad podrás decirla. -NO gracias hoy no puedo-.

Prejuicios de mujer

Vamos a tratar, un tema interesante que nos llevará a recordar algunos aspectos importantes que toda mujer debe tomar en cuenta antes de anticiparse a asumir el papel de víctimas, en vez de victimarias.
Me estoy refiriendo enfáticamente a los “Pre-Juicios”, que son pensamientos y supuestos anticipados a los hechos, pero con un trasfondo delicado, que de manera imprudente o deliberada, algunas mujeres se atreven a remarcar como una SENTENCIA, adjudicándolos como hechos reales, sin tener elementos suficientes para rebatirlos, ni pruebas contundentes con las cuales puedan demostrar aquello que están “carburando” en la cochambrosa madeja de hilazas enredadas de la mente. ¿Por qué no decirlo así?… Total… ¿qué más da?, si de alguna manera tenemos que decirlo.
Por naturales la mujer posee una imaginación increíble y una intuición a veces desproporcionada e infiel y a flor de piel. Es muy común ver situaciones tal desesperantes, como igual llenas de intriga, angustia, colapso de nervios, celos pasionales y estresantes, cólera, impotencia, etc.
¿Qué grato puede ser una mujer, vivir con la espina clavada en el corazón?
Que la duda la está matando, coloca a la mujer insegura en un hilo suspendido entre el cielo y el infierno. Por un lado desea creer, desea amar, desea confiar, y por el otro lado, siente temor, rechazo a lo incierto, incertidumbre por lo desconocido, dolor, lágrimas, autocompasión.
Se aferra destrozada a su crisis emocional derivada de su necia fantasía, agrega supuestos que no existen, los pone de manifiesto y por delante, como si fueran ciertos, los da por hechos como su única bandera, convencida de que le fueron o le están siento infiel: “Que le están poniendo cuernos”, “que su marido, su novio o compañero ya no la ama”, “que ya la dejó por otra”, “que ya perdió el interés”, “que el amor ya se le acabó”.

¡Por favor!. El amor no se acabó, lo que se acabó fue la confianza, la fe, la esperanza. Lo que se rompió fue la ilusión, perdió peso la emoción con la devoción, ahora la mujer siente a la deriva de las circunstancias, suspendida –repito- entre el cielo y el infierno, y sin nada a su alrededor de qué sujetarse, más que sus dudas, sus celos y sus tormento. Un círculo vicioso en el cual gira sin recato y sin piedad, 

MUJERES MADURAS

LAS 11 DIFERENCIAS ENTRE LAS MUJERES INMADURAS Y LAS MUJERES MADURAS: 
1. Las mujeres inmaduras quieren controlar al hombre en sus vidas. Las mujeres maduras, saben que si el hombre es realmente suyo, no hay necesidad de control.
2. Las mujeres inmaduras te gritan porque no las llamas. Las mujeres maduras están demasiado ocupadas y sólo se limitan a decirles con poemas y mensajes dulces que la recuerdes.
3. Las mujeres inmaduras monopolizan el tiempo de su hombre. Las mujeres maduras se dan cuenta de que un poco de espacio, hace del tiempo juntos algo mas especial.
4. Las mujeres inmaduras no perdonan y se castigan y castigan por el rencor, en cambio, las mujeres maduras perdonan, ofrecen su hombro y un pañuelo.
5. Las mujeres inmaduras tienen miedo de estar solas. Las mujeres maduras lo utilizan como tiempo para su crecimiento personal.
6. Las mujeres inmaduras ignoran a los buenos hombres. Las mujeres maduras ignoran a los malos.
7. Las mujeres inmaduras lastimadas por un hombre, hacen que todos los hombres paguen por eso. Las mujeres maduras saben que fue sólo un hombre y nada más.
8. Las mujeres inmaduras se enamoran y persiguen sin descanso. Las mujeres maduras saben que algunas veces el que tu amas, te amará y si no, continúan su camino sin rencor.
9. Las mujeres inmaduras te hacen que vuelvas a casa. Las mujeres maduras hacen que quieras siempre volver a casa.

10. Las mujeres inmaduras dejan su agenda abierta y esperan a que su hombre hable para hacer planes. Las mujeres maduras hacen sus planes y cariñosa mente notifican a los hombres para que ellos se integren como mejor les convenga.
11. Las mujeres inmaduras leerán esto y harán una mueca. Las mujeres maduras lo compartirán.

CONSEJOS DE UN DIVORCIADO

20 consejos de un hombre divorciado a los que están casados.
Los publicó en su Facebook al día siguiente de que su relación de 16 años llegó oficialmente a su fin. El mensaje ha sido compartido casi 130 mil veces.
Ëste es un hombre que desde hace varios años realiza charlas motivaciones. Tiene dos hijas y hasta Noviembre llevaba un matrimonio de 14 años con su esposa. Pero el 27 de ese mes su relación llegó oficialmente a su fin. Y en lugar de lamentarse y no hacer nada, él decidió sentarse frente a su computador y escribir todo lo que hará diferente la próxima vez que esté casado, porque está convencido de que alguna vez de nuevo tendrá ese estado civil que dice “amar”.
Sin embargo, no quería guardar sus pensamientos sólo para él, por lo que los compartió en su Facebook con el título “Los consejos sobre el matrimonio que me hubiera gustado tener”. En total son 20 recomendaciones que -afirma- están orientadas a “aquellos esposos jóvenes cuyos corazones aún están llenos de esperanza, y a esas parejas quienes quizá olvidaron cómo amar”.
“Si tu matrimonio no es lo que tú querías que fuera, toma 100% de tu responsabilidad y comprométete a aplicar estos consejos mientras sea tiempo”, anima Gerald. Y aunque su mensaje está dirigido principalmente a los hombres, sostiene que también puede servirle a las mujeres. Los tips de este hombre divorciado han tenido tanto éxito, que ya han sido compartidos casi 130 mil veces. A continuación te mostramos un resumen de ellos.
1.- Nunca dejes de cortejar. Nunca dejen de salir. Nunca jamás creas que la tienes asegurada. Nunca te olvides de que ella te eligió, así que no puedes ponerte flojo con tu amor.
2.- Protege tu propio corazón y ámate a ti mismo. Pero reserva un lugar especial en tu corazón donde nadie más que tu esposa pueda entrar.
3.- Enamórate una y otra y otra vez. Siempre habrá cambios, tanto en ella como en ti, y es por eso que ambos tendrán que reelegirse todos los días. Cuida su corazón, sino ella puede dárselo a otro y quizás nunca lo recuperes. Siempre lucha por ganar su amor tal como lo hiciste cuando la cortejabas.
4.- Siempre ve lo mejor de ella. Enfócate en lo que amas y no en lo que te molesta, y así te darás cuenta de que eres el hombre más afortunado sobre la Tierra por tener a esa mujer como esposa.
5.- No es tu trabajo corregirla. Debes amarla tal como es, sin esperar que ella cambie. Y si lo hace, ama en lo que se convierta.
6.- Hazte responsable de tus propias emociones. No es trabajo de tu esposa hacerte feliz, tú debes buscar tu propia felicidad y cuando la encuentres, tu alegría inundará tu relación de pareja.
7.- Nunca culpes a tu esposa si tú te frustras o enojas con ella. Son tus emociones y es tu responsabilidad. Cuando te sientas así, tómate tu tiempo y mira hacia tu interior.
8.- Déjala ser. Cuando esté triste o molesta, tu único trabajo es abrazarla y apoyarla. Hazle saber que la escuchas, que ella es importante y que tú eres el pilar sobre el cual siempre puede apoyarse. Así confiará en ti y te abrirá su alma. Nunca escapes a estos momentos, quédate y sé fuerte.
9.- Sé tonto. No te tomes todo tan seriamente. Ríe y haz que ella se ría. La risa hace todo mucho más fácil.
10.- Llena todos los días su alma. Conoce las maneras en que ella se siente importante, validada y apreciada. Pídele que haga una lista con 10 cosas que la hacen sentir amada, memorízalas y aplícalas todos los días para hacerla sentir como una reina.
11.- Hazte presente. No sólo le des tu tiempo, sino también tu atención y tu alma. Trátala como si fuera tu cliente más valioso, al que no puedes perder. 12.- Estimula su sexualidad. Déjala que se derrita en su suavidad femenina, mientras sepa que puede confiar plenamente en ti.
13.- No seas idiota, pero tampoco temas ser uno. Cometerás errores, pero intenta que éstos no sean demasiado grandes y aprende de ellos. No se supone que seas perfecto, pero sólo trata de no ser tan estúpido.
14.- Dale su espacio. Las mujeres son buenas para entregar y entregar, y a veces necesitan que se les recuerde que se tomen el tiempo para ellas mismas, sobre todo si tienen niños. Ellas necesitan ese espacio para renovarse, re-centrarse y reencontrarse.
15.- Sé vulnerable. Puedes perder tu entereza de vez en cuando, y compartir tus miedos y sentimientos.
6.- Sé totalmente transparente. Si quieres que ella confíe en ti, debes compartirlo todo, en especial lo que no quieres compartir. Quítate la máscara y así podrás experimentar el amor en toda su dimensión.
17.- Nunca dejen de crecer juntos. Cuando dejas de trabajar los músculos, éstos se atrofian. Lo mismo ocurre con las relaciones. Busquen metas comunes, sueños y visiones en las que pueden trabajar como un equipo.
18.- No te preocupes por el dinero. Trabajen juntos y busquen la forma de equilibrar las fuerzas de ambos para ganarlo.
19.- Perdona de inmediato y concéntrate en el futuro. Aferrarse a los errores del pasado que tú o ella hayan cometido, es una pesada ancla que siempre detendrá a tu matrimonio. El perdón es libertad.

20.- Siempre elige el amor. En definitiva, éste es el único consejo que necesitas. Si éste es el principio que te guía, nada amenazará la felicidad de tu matrimonio.

martes, 25 de febrero de 2014

UN PSEUDO ESCOLAR

VOLVIENDO AL COLEGIO
Bultos desformes pasan por el frente de la casa, como si fueran soldados desfilando en un aniversario patrio. Me doy cuenta que son remedos de hombres y hasta podría asegurar que algunas vez fueron  personas como yo. Me mente empieza a transportarme a la realidad hasta que empiezo a ver una luz intensa que me dice que despierto de un sueño nocturno.
En ese momento quise recordar mi sueño pero esto no lo puedo hacer y sin embargo aparece el recuerdo de mis días en que fungí de escolar cuando frisaba los 24 años y estaba haciendo una investigación universitaria, sobre el comportamiento del los alumnos ante un estimulo como el periodismo escolar.
Un día se me ocurrido matricularme en el último año de un colegio estatal de un distrito de nivel medio. Y me atreví a hacerlo en el colegio donde terminé mi secundaria. Sabía que era un atrevimiento pero las características se adecuaban al trabajo de investigación. Además quería aprovechar mi tiempo de vacaciones, tanto en la universidad como en el trabajo.
Fui y sin problemas sorprendí a la encargada de matrículas y pude volverme un alumno de secundaria del turno de la nocturna. Fue fácil porque presenté mi certificado del penúltimo año de educación. No falsifiqué ningún documento, si no que fui auténticamente yo.
No me sentía avergonzado de esto, todo lo contrario estaba orgulloso por muchos motivos. Uno de los principales era volver a una aula escolar, para recordar mis días de alumno regular tal como lo fui cuando frisaba los 15 o 16 años.. Era algo emocionante.
Sin embargo, durante mi asistencia a las horas de clase, me di con la grata sorpresa que todo el comportamiento de los alumnos, porque era el turno de noche y mis compañeros eran mayores de edad y uno de ellos hasta tenía una calvicie muy pronunciada, lo que representaba su mayoría de edad.
No deseaba mirar ese ángulo de mis “compañeros”, porque si me colocaba en la misma balanza, era uno más entre ellos, pero con la única diferencia que no estaba como un alumno que desea terminar sus estudios y posteriormente, tentar algo mayor. Estaba ahí para hacer un trabajo curricular.
El primer día fue el acabose, porque como borregos que buscan el calor del establo, así los alumnos entraban a las aulas previamente designadas para los del último grado de estudio. Muchos saludaban amigablemente y otros me miraban como bicho raro porque mi figura irradia algo diferente al resto.
Otros mas calmos me lanzaban una sonrisa como dándome la bienvenida a “su” colegio y que esperaban mi integración al grupo. Parecía que era una especie de admisión a las famosas casas o logias en un centro educativo, pues el colegio estaba ubicado en un distrito de nivel medio alto.
Me designaron a un aula del segundo piso, coincidentemente el mismo salón que terminé mi secundaria.  Me sentí volver sobre mis calzados de hace veinte años cuando aún utilizaba mi uniforme plomo que era el oficial y al sentarme recordé s mi profesora de historia del Perú, alta y bonita.
Una vez instalado en el aula, esperaba que el primer profesor haga su ingreso a darnos las primeras palabras de novísimo año lectivo, cuando de repente sucedió que a trostones y casi cayéndose un par de alumnos traspusieron la puerta y riéndose empezaron a saludar a todos los demás. A mi me miraron con ojos de sorpresa.
Entonces hizo su aparición un hombre viejo con un saco gastado y un maletín donde guardaba muchas hojas con nombres y calificaciones, era el profesor de Lengua y Literatura, del cual guardo muchos recuerdos, por las enseñanzas que supe aprovechar en esta segunda oportunidad de volver a clases. Antes no lo había hecho y eso me valió para aumentar mi bagaje lingüístico y escribir mejor mis artículos..
Así pasó el primer día de clase con un grupo de adultos que eran alumnos y se comportaban como una sarta de chiquillos, haciendo rabietas, gritando y hasta dándoselas de ser los mejores del aula, sin saber que detrás de ellos estaba una persona que ya había estudiado y era un universitario de cuarto ciclo. ¿Cómo es la vida, no?



LO BOTAN DE LA CASA

ECHADO DE LA CASA

Era los años de 1998, el 28 de noviembre (nunca olvidará esa fecha), aconteció que Juanitop ya esta hecho un hombre de tres décadas y media. Su padre había muerto de una enfermedad que nunca le fue explicada. El papá decía que moriría de sano, porque no bebía, no fumaba, no trasnochaba, ni comía demasiado, pero cayó enfermo y murió.
Ese año Juanitop se encontraba trabajando junto con un hombre, que era amigo de un antiguo compañero de trabajo. Se encontraba en una situación delicada y había sido sacado del que fue su casa. El padre de la que fue su esposa le dijo una mañana: Tienes que desocupar la casa, porque ya no tienes nada acá:
Él no deseaba hacer problemas porque era consciente que las palabras dichas por ese hombre que nunca le cayó bien, a pesar de ser honesto, leal, fiel y honrado. De nada valió haber hecho méritos suficientes para que lo sigan llamando “hijo político”, estaba siendo expulsado de su “nidito de amor”.
No tuvo tiempo de sacar nada y las pocas cosas que había en esa casa, se quedó no sabe su hasta ahora hay los artículos que un día compró para bienestar y comodidad para su familia. Muebles, artefactos y juegos. Álbumes de fotos se quedaron prisioneros en los dormitorios de la casa. Ahora tenía un dilema: Donde iría a vivir?
Con un maletín de mano y una caja donde guardaba con amor los artículos que una vez la madre de sus hijas le había enviado desde Italia, no las quería usar porque   se gastaban, decía con gracia a los familiares y amigos. Siempre hablaba de ese modo, sabiendo que había sido abandonado.
Se va a la casa de sus padres y mira que su hermana estaba junto a su madre y al decirle que lo había sacado de la casa, le explica que quería ocupar su dormitorio de soltero, pero la hermana menor le dice que mejor se debería ir a otro sitio donde no haya ruido porque no estaba acostumbrado él, de la bulla de los niños.
Pero dónde iría, a que casa, a que lugar, donde encontraría paz y tranquilidad. La hermana le dice que ella arrienda una casita en un barrio populoso, que podría vivir ahí como quien lo cuida. Viviría sin problemas e inocentemente aceptó sin comprender el fondo del plan que tenía la hermana.
Se hizo cargo de la guardianía de la casita, y en verdad su vida fue placentera y tranquila. Solo debía llegar temprano, porque como era un lugar donde pululaban personas de condición humilde que eran asaltadas por delincuentes que por esos lugares, Juanitop trataba de llegar temprano. El paradero estaba frente a la casita.
Un tarde, Carla, una chica ex alumna de un instituto de formación manual, llamado OSCUS, lo abordó y le entregó un papel escrito con un mensaje: Mi hermano menor llega a Lima, trata de conseguir una habitación  Cada mes le enviaran de la provincia una cantidad para  pagar y mantenerse.
Esta chica fue en un pasado su alumna en clases de Redacción y ortografía que Juanitop dictaba es esa academia regentada por religiosas de una congregación católica española. Rendía culto a nuestro Señor, pero amparadas en una mujer bondadosa que ayudo a trabajadores manuales de gran parte del Mundo. Su nombre Dolores Rodríguez Sopeña.
Ese centro de estudio se encontraba a una cuadra de su casa y llevaba ahí funcionando desde hace muchos años. Con decir que su padre fue alumno en sus años mozos, estudiando el curso de electricidad doméstica. A duras penas aprendió los principios de las conexiones y uno que otro circuito.
Carla era una provinciana que no sabía leer y menos escribir y Juanitop le enseñó desde la A hasta la Z y desde la suma hasta la resta. La ayudo a que se matriculase en un colegio extraordinario que le certifique su avance en los estudios. Cumplió su anhelo de terminar su Secundaria, gracias al apoyo educativo de Juanitop.
Cuando Juanitop se quedó en la calle, y vivió en la casa que arrendaba su hermana, tuvo la idea de ayudar al pariente de esta Carla para que vivieran juntos y además recibiría un dinerito para cubrir algunos gastos de alimentación y de provisión de la casita. El chico tenía unos 17 años y comenzó a trabajar con un distribuidor mayorista de tubérculos.
Los meses pasaron y entre ambos cooperaban para llevar bien la casa. Barrían, sacudían el polvo y lavaban los cubre muebles. Tenía todo en regla para recibir a los ocasionales visitantes. Eran Carla y el hermano mayor de Juanitop.

Hasta que un día, Carla y el muchacho le dan la noticia que una hermana vendría de su tierra y que si habría posibilidad que se hospede con ellos hasta que busque otro lugar donde irse. Se le buscará un trabajo de servicio cama dentro.

LA VECINA

LA VECINA

Tendría como 17 años y Juanitop estaba en todo la época donde se titula, “El despertad de la juventud”. Sus amigos, los de los edificio contiguo ya tenía sus enamoradas y salían agarraditos de las manos. Algunos tenían consentimiento de los padres, mientras que otros se veían a escondidas y estos eran los que mas se divertían en los jardines y detrás de los árboles.
Él no quería perder el tiempo en cosas de mujeres, se defendía y siempre se ocupaba en con algún deporte y hasta ya había aprendido a jugar naipes, el consabido 7 y medio o el “golpeado con siete cartas, formando dos grupos con un enchufe”. Tenía una especie de sortilegio porque sus amigos le temían porque casi siempre ganaba.
Además en el barrio contiguo se había formado un grupo musical que logró fama entre las bandas de aquel tiempo. “The Telegrafh” era el conjunto musical que reunía a seis muchachos de la misma edad y eran muy unidos con él. Los acompañaba para todo lugar donde tocarán.
Una noche cuando estaban tocando el referido conjunto y Juanitop se encontraba sentado debajo del proscenio escuchando tocar, se percata que entre las sombras un par de ojos lo estaban observando y se incomodó porque lo habían descubierto sentado, mientras que los demás estaban bailando al son del rock,
Instintivamente se levantó y se puso a buscar al dueño de esa mirada y caminado entes la gente que bailaba efusivamente descubrió sorprendido que no era él, sino ella, la propietaria de esos lindos ojos. Eran de su vecina del barrio y resuelto le dijo: qué haces acá?.
Estoy con mi hermano, él me ha traído un rato para divertirme, pero me siento desubicada, le respondió su vecina y estuvieron conversando y riéndose por largo rato hasta que en un momento sucedió algo inusitado, Juanitop la tomó de los brazos y dándose valor la atrajo hacia su pecho y le dio un beso.
Ella no reclamó nada, simplemente busco mayor refugio en el pecho de Juanitop, y desde ese momento sus vidas se unieron de manera oculta y desapercibida. Nadie se dio por enterado el amorío de esta joven pareja.
Los días posteriores fueron los mejores para Juanitop que la buscaba y espiaba desde su ventana cuando ella salía a comprar algo. Sus padres eran unos señores malhumorados que controlaban los movimientos de sus hijos. No importaba ser varón o ser mujercita, hay que cuidar a los niños, decían.
Los besos apasionados, las caricias amorosas y las miradas penetrantes eran el lenguaje que los dos chicos enamorados se daban rápidamente cuando se encontraban en las escaleras, en los pasadizos de los jardines y hasta detrás de los autos estacionados. Todo por que sus padres de la vecina no le daban permiso para el cine o para el circo que es ese tiempo estaba de visita por la capital.
Hasta que un día, los vecinos se ponen de acuerdo para ir a la playa y contratan un ómnibus, que los recoja después de medio día con el compromiso de que lo devuelvan a las 6 de la tarde. Y los padres de Juanitop se apuntan y los padres de la vecina también, Juanitop era el chico mas feliz de la tierra.
Llega el día fijado y el ómnibus llega a la hora en punto y espera que todos los apuntados suban al vehículo para enrumbar a la Playa. Familias enteras del barrio apuran el paso para separar los mejores sitios y gozar de una trayecto placentero y fresco. Todos estaban a bordo Juanitop y sus amigos en el fondo haciendo chacota.
Les llaman la atención y los amenazan con dejarlos en la calle si continúan con el griterío y se callan, hasta estar cerca del malecón del circuito de playas. Las miradas entre los dos jóvenes enamorados se intercambian entre momento y momento porque no querían que nadie descubriera su pecado de juventud.
El bus se detiene y todos se levantan para ser los primeros en bajar y gozar un minuto mas de la liberad que da la brisa del mar y el agua de la playa. Los últimos de bajar son Juanitop y la vecina y mientras que se dan un beso veloz como el aletear de un picaflor, cargan los últimos bultos de cada familia.
Acuerdan encontrase en las peñas, le dicen que vana a buscar unas lapas, que están pegadas en las piedras que rompen las olas y que son muy valiosas en algunas casa para la comida. Se van hacia sus papás y cada uno integra a los ritos propios, sin dejarse de mirar de lejos.
Las rocas que fungen de rompeolas, están cerca de donde han levantado carpas y pidiendo permiso ella se va con unas amiguitas agarradas de la mano, para que “no se pierdan”, dicen las voces burlonas, que sospechan a donde irán y para qué. Sube a lo alto y mira que su amado lo espera.
Se abrazan tiernamente y se prodigan muchas promesas, las cuales con el tiempo, el viento se las llevara lejos. Cada uno a cientos de kilómetros separados, mientras que él se encuentra en una isla caribeña, ella ha emigrado al gran país del norte, ayudado por su hermana mayor y su cuñado. Ha viajado con sus hijas.
Juanitop no podría olvidar ese día, esa tarde, esa roca enclavada entre la arena u el mar y que sirvió de mudo testigo fiel, el cual nunca divulgó los entretelones de un amor de verano en la vida de nuestro amigo.


LO QUE NOS GUSTA HACER

Escribimos por que nos gusta

Hubo un tiempo en que me subía al primer peke-peke, me internaba en el corazón de la selva y no salía de allí hasta no encontrar los lavaderos de oro de los niños esclavos o los restos del fuselaje del 747 siniestrado.
Hubo un tiempo en que me bastaba una llamada en la mitad de la noche para que, con una mochila armada en quince minutos y en el término de la distancia, llegara en un taxi al Grupo 8 con la credencial colgada al cuello, me trepara con mi camarógrafo a un Antonov destartalado y partiera, ardiendo de miedo y adrenalina, rumbo a alguna zona de emergencia, algún rescate en la nieve, algún campamento terruco, alguna fosa común, alguna expedición suicida hacia el mismísimo culo del mundo. Hubo un tiempo en que me dejaba vendar los ojos y me metía en una maletera para ser llevado, como un paquete, hasta la guarida del asesino que toda la policía estaba buscando y lograr entrevistarlo en exclusiva. Hubo un tiempo en que, cuando esos asesinos salían de prisión, venían a buscarme a la casa de mis papás advirtiéndome que una granada de guerra reventaría mi fachada si no salía a recibirlos. Hubo un tiempo en que no dudaba un segundo en caminar, días y noches, por pantanos minados en la frontera sin más garantía de conservar mis piernas que la que me daba el pisar las huellas, en el barro, de mi guía. Hubo un tiempo en que viajaba 48 horas para pasar 12 en Kuala Lumpur, ubicar a un burrier peruano condenado a la horca y regresarme a Lima a editar mi nota, de amanecida.
Hubo un tiempo en que no dudaba un segundo en citarme en la mesa de algún café de mala muerte con el espía chuponeador que renunció al Ministerio del Interior, con el narcotraficante que nos dejaría grabar sus plantaciones clandestinas, con el sicario que ofrecía sus servicios en los avisos clasificados, con el conspirador que tenía en su poder el video con el que haría caer por fin a un gobierno corrupto. Hubo un tiempo en que, sin pestañear, sin dudar, sin inmutarnos, metíamos la cabeza en la boca del león a cambio de absolutamente nada que no fuera la propia experiencia de vivir tan épica aventura. Hubo un tiempo en que marchábamos directo hacia donde estallara el primer fuego sin tener nunca ninguna certeza, sin celular, sin tarjeta de crédito, sin seguros contra accidentes, sin GPS, sin vacunas, sin garantías, sin contratos. Hubo un tiempo en que nuestra propia vida no nos importaba. Hubo un tiempo en que hasta la propia vida era free-lance. Hubo un tiempo en que marchábamos felices directo hacia el lugar del que todos huían, directo al fuego sin más armas que la curiosidad o la rabia o la pasión, como solo marchan los guerrilleros o los bomberos voluntarios. Hubo un tiempo en el que casi fuimos héroes. Hubo un tiempo en el que no nos perdimos ninguna revolución.
Así es la vida de un periodista que recién aparece en el mundo de la noticia y eso pasamos todos los que amamos la profesión. Ahora con los años a cuesta, los nuevos “colegas” nos hacen de lado porque ya no tenemos la “agilidad” para encaramarnos en una patrulla o colgarnos de una cuerda al borde de una pared para tener la primicia de un accidente con muchos muertos.
Ni mucho menos la emoción que embarga a los principiantes y que eramos mucho mas arriesgados, porque no teníamos qué perder, pero si mucho que ganar. No habían hijos, esposa o tal vez el “peluchin” de la casa que nos esperaba con la siempre cola de un lado para otro, dándonos una solitaria muestra de cariño.
Ahora hay esposa, hijos y hasta nietos que no quieren que nos pasen nada y nos ayudan a levantarnos de la cama, nos dan el desayuno con pancito caliente y nos ponen los programas de TV que nos gusta.
Porque nuestro tiempo “ha pasado”. Ha pasado? Me pregunto eso uno y mil veces. Ha pasado y ha pesado, pero no nos ha pisado porque hay mucha energía y vitalidad para hacer lo que nos gusta hacer. Escribir y escribir.


LA LECTURA

LA LECTURA Y SUS TIPOS
  
La lectura es comprender, y este acto implica el ejercicio de habilidades mentales superiores tales como: predecir, inferir, analizar, sintetizar, entre otras (Santiago, Castillo & Ruíz. 2005). El acto lector aporta conocimientos previos, establecer hipótesis y verificarlas, elaborar inferencias para comprender lo que se sugiere, para finalmente construir significados posibles. De acuerdo a esto, la lectura no sólo depende de la de-construcción del texto, sino que involucra al lector, sus saberes, su visión de mundo, adaptándola al contexto en que se lee.

Esto sugiere que el lector identifique y recupere información presente en uno o varios textos, construya su sentido global, establezca relaciones entre enunciados y evalúe su intencionalidad. Para esto se abordan tres niveles de lectura: Lectura literal, Lectura inferencial y la Lectura Crítica.
La Lectura literal se constituye la lectura predominante en el ámbito académico. Es el nivel básico de lectura centrado en las ideas y la información que está explícitamente expuesta en el texto. La Lectura literal es reconocimiento de detalles (nombres, personajes, tiempos y lugar del relato), reconocimiento de la idea principal de un párrafo o del texto, identificación de secuencias de los hechos o acciones, y identificación de relaciones de causa o efecto (identificación de razones explícitas relacionadas con los hechos o sucesos del texto).
La Lectura inferencial se constituye la lectura implícita del texto y requiere un alto grado de abstracción por parte del lector. Las inferencias se construyen cuando se comprende por medio de relaciones y asociaciones el significado local o global del texto. Las relaciones se establecen cuando se logra explicar las ideas del texto más allá de lo leído o manifestado explícitamente en el texto, sumando información, experiencias anteriores, a los saberes previos para llegar a formular hipótesis y nuevas ideas. El objetivo de la lectura inferencial es la elaboración de conclusiones y se reconoce por inferir detalles adicionales, inferir ideas principales no explícitas en el texto, inferir secuencias de acciones relacionadas con la temática del texto, inferir relaciones de cauda y efecto (partiendo de formulación de conjeturas e hipótesis acerca de ideas o razones), predecir acontecimientos sobre la lectura y interpretar el lenguaje figurativo a partir de la significación literal del texto.
La lectura crítica es la lectura de carácter evaluativo donde intervienen los saberes previos del lector, su criterio y el conocimiento de lo leído, tomando distancia del contenido del texto para lograr emitir juicios valorativos desde una posición documentada y sustentada. Los juicios deben centrarse en la exactitud, aceptabilidad y probabilidad; pueden ser: de adecuación y validez (compara lo escrito con otras fuentes de información), de apropiación (requiere de la evaluación relativa de las partes) y de rechazo o aceptación (depende del código moral y del sistema de valores del lector).

EJEMPLO COMENTADO

Veamos los tres tipos de lectura en un texto modelo:

La rana que quería ser una rana auténtica
Por : Augusto Monterroso

Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad.
Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.
Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.

En la Lectura literal el lector debe reconocer:
quiénes son los personajes de la narración.
Dónde tienen ocurrencia los hechos del relato.
Cuál es la idea principal del texto.
Cuándo tienen lugar los acontecimientos narrados.
El significado de la palabra AUTÉNTICA.
En la Lectura inferencial el lector debe deducir:
Cuáles son los hechos que determinan esta actitud en el personaje.
Qué esperaba la Rana ser considerada por los demás.
Quiénes eran los posibles admiradores de la Rana.
Si la Rana hubiera conseguido ser admirada por la gente qué hubiera ocurrido.
En la Lectura crítica el lector debe cuestionarse acerca de:
Por qué la Rana busca su autenticidad en un espejo.
La validez de los hechos relatados.
La postura asumida (juicios de valor) ante los hechos narrados.
La intención del autor del texto.

PASOS PARA LA LECTURA COMPRENSIVA
Para realizar un efectivo proceso lector, es preciso abordar la lectura en tres etapas:
Etapa de Pre-lectura
• Determinar el propósito de la lectura. ¿Cuál es la intención comunicativa del texto?
• Predecir el contenido del texto. Anticipar el contenido a partir de "marcas" como el título y subtítulos del texto.
• Planificar el proceso lector.
Etapa de Lectura
• Centrar la atención en los aspectos esenciales del texto. Subrayar las importantes.
• Tomar notas.
• Identificar la Palabra(s) clave(s) del contenido del texto.
• Releer el texto.
• Parafrasear la lectura. Esto es, decir las ideas del texto en otras palabras.
Etapa de Post-lectura
• Elaborar resumen del contenido.
• Preguntarse sobre lo que se está leyendo.
• Evaluar todo el proceso y sus resultados. Para esto se debe interrogar:
a. ¿Qué saberes puso en juego durante la lectura?
b. ¿Qué experiencias previas vinieron a su mente?
c. ¿Qué conocimientos nuevos obtuvo?
d. ¿Qué significados se construyeron?