Hoy es viernes, considerado
‘sábado chico’ por los que se van de fiesta y me pregunto cuántos padres sabrán
lo que harán sus hijos este fin de semana. Y no me refiero solo a los papás de
jóvenes mayores de edad, sino especialmente a los que tienen hijos en el colegio.
Lo digo por la proliferación de las llamadas
‘fiestas arcoíris’, que son convocadas por Facebook y a las que
asisten en su mayoría menores de edad. Los muchachos acuden a estas reuniones
en sus horas libres o de clases.
Algunos se emborrachan,
drogan y practican sexo sin control ni protección. Las chicas, casi siempre
ebrias y con los labios pintados de diferentes colores, practican sexo oral a
los hombres, que no usan preservativos. ¿Los padres de estos muchachos sabrán
lo que hacen sus hijos? Aparte de que podrían adquirir enfermedades venéreas,
muchas incurables y contagiosas que malograrán su vida sexual y familiar para
el resto de sus vidas, y mortales como el VIH, corren el riesgo de sufrir
graves traumas psicológicos que les pueden durar toda la vida y hasta
empujarlos a cometer violaciones.
Como si fuera poco, hay más
fiestas similares, como la más conocida ‘Candy’, en las que es obligatorio que
los participantes, en su mayoría menores de edad, tengan relaciones sexuales de
forma indiscriminada. También están las fiestas ‘Semáforo’, donde los
asistentes portan brazaletes de distintos colores. Los verdes indican que se
está dispuesto a tomar licor, consumir drogas y tener sexo. ¡Hablamos de
escolares que están jugando con sus vidas! Cómo es posible que una adolescente
de 14 o 15 años acepte hacer sexo oral a uno o más desconocidos y luego se
jacte de ello. Es increíble. ¿Por qué sus padres o maestros en el colegio no
les enseñaron a valorarse y respetarse? El cuerpo de una persona es sagrado, un
templo que debe ser cuidado, pero más el de una mujer. Una señorita debe tener
pudor y no comportarse como un animalito de la calle.
¿Cómo se consideran a sí
mismas esas chicas que se emborrachan, drogan y tienen relaciones con
cualquiera? Seguramente, su autoestima está por los suelos. ¿Qué nos pasó como
sociedad? Repito, me parece increíble que una chica se enlode de esa forma,
como si tuviera desprecio por sí misma. Los valores nunca pasan de moda, y ya
es tiempo que los padres y profesores de colegios y universidades conversen con
sus hijos y alumnos. Tienen que lograr que se quieran y respeten a sí mismos,
aunque sea un poquito. El sexo debe ser un acto de amor, íntimo, que se realiza
solo cuando se ha adquirido la suficiente madurez emocional y con las debidas
precauciones para no contagiarse enfermedades ni tener embarazos no deseados”. Me voy, cuídense.
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